lunes, 17 de enero de 2011

Mundos paralelos

Cae la tarde plomiza y traza en gris la silueta del recuerdo,
Ya pasó el último tren con silbidos de un ayer y ondeadas de pañuelos.
Con él viajaron mis restos de pasión (pequeñas cosas para el mundo),
Y también la extraña paz de un retorno sin final, poco profundo.


Tengo la impresión de que vendrá como balde de agua fría,
el exilio entre tu y yo y la ausencia en el cajón de tu ropa y lencerías.
Las noches que se prestan a pasar vienen con minutos de otras,
agotando el porvenir y ensuciando de carmín la piel de la memoria.


Mundos paralelos, felices doloridos,
niebla de sucesos, paraíso herido
de huríes ajadas.
Cruces de miradas, pasajes de otra vida,
se acuerdan de tu cara, cubierta de cenizas
y alma desolada.


Comienza el día con síntomas de sol y exceso de colores,
páginas sin acabar, huellas que quedan atrás en este erial de corazones.
Ahora es tiempo de rejuvenecer, de andar lo desandado,
de volver a comenzar, con aires de libertad en busca de antiguos veranos.


No despertaba nunca sin tratar de vulnerar nuevas fronteras,
cada luna era ideal, cada brisa un huracán, cada duda una certeza.
Tal vez no nos volvamos a cruzar y nunca más halle tu pista,
ya esperé sin el reloj, ya olvidé sin dolor y amé a última vista.


Mundos paralelos, felices doloridos,
niebla de sucesos, paraíso herido
de huríes ajadas.
Cruces de miradas, pasajes de otra vida,
se acuerdan de tu cara, cubierta de cenizas
y alma desolada.

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